LA MUERTE NO ES EL FINAL

“La muerte no es el final” es una canción cristiana compuesta por el sacerdote español Cesáreo Gabaráin Azurmendi (1936-1991). En 1981, año en el que ingresé en el Ejército como Cadete de la Academia General Militar, una parte de la misma se adoptó como himno para honrar a los caídos de las Fuerzas Armadas. Dice así:

Cuando la pena nos alcanza por un compañero perdido cuando el adiós dolorido busca en la Fe su esperanza. En Tu palabra confiamos con la certeza que Tú ya le has devuelto la vida, ya le has llevado a la luz. Ya le has devuelto la vida, ya le has llevado a la luz.

En numerosas ocasiones he llorado cantando esta canción con mis compañeros militares recordando a nuestro muertos, en especial a mi padre que murió en acto de servicio, asesinado por ETA en 1980, siendo Comandante de Infantería e Inspector Jefe de la Policía Municipal de Vitoria.

Recuerdo que la cantaba emocionado tratando de encontrar sentido a la muerte y fuerzas para vivir según los principios y valores militares. No en vano, la canción original finaliza diciendo “Porque muriendo vivimos vida más clara y mejor”. Y esto también lo han dicho muchos pensadores a lo largo de la historia: “la muerte da sentido a la vida”

Freud afirmó que “nuestro inconsciente no cree en la muerte propia, se conduce como si fuera inmortal”.

Por otra parte, Lacan propuso que “si no estuviéramos sólidamente apoyados en la certeza de que hay un fin, ¿podríamos soportar la existencia, esta historia? La muerte es, entonces, lo que le da sentido a la vida”.

Más recientemente, Steve Jobs en la lección magistral del 12 de junio de 2005 en la ceremonia de graduación de Stanford decía: “recordar que moriré pronto constituye la herramienta más importante que he encontrado para ayudarme a decidir las grandes elecciones de mi vida. Porque casi todo – todas las expectativas externas, todo el orgullo, todo el temor a la vergüenza o al fracaso – todo eso desaparece a las puertas de la muerte, quedando solamente aquello que es realmente importante. Recordar que van a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que tienen algo que perder. Ya están desnudos. No hay ninguna razón para no seguir a su corazón.” Y añadía: “la muerte es muy probable que sea la mejor invención de la vida. Es el agente de cambio de la Vida. Elimina lo viejo para dejar paso a lo nuevo.”

Estas reflexiones pueden ayudarnos a encontrar un sentido racional y consciente a la muerte que nos sirva para vivir mejor, sin miedos, y aprovechando el tiempo que podamos disfrutar de la vida. Todo ello, recordando a las personas que quisimos y han muerto, porque "la muerte no es el final" si continuamos lo que ellos empezaron.