¿CONTUMACIA EN EL NUEVO AÑO?

La palabra “contumacia” siempre me ha gustado porque define de forma muy precisa el estado de creencias en el que, muchas veces, vivimos. Definida por la Real Academia Española (RAE) como “tenacidad y dureza en mantener un error”, quiero utilizar el término “contumacia”, en esta ocasión, para referirme a la forma de pensar sobre el futuro que se refleja en mensajes publicitarios sobre un modo, poco científico, de entender el coaching, la neurociencia y la psicología positiva. Las frases que utilizan son de este estilo: “Aprende a entrenar tu mente y cambia tu vida”, “¿Cansado de que tu vida siempre sea igual?”, “¿Te gustaría alcanzar tus metas y lograr tus sueños?”.

Creo que esta forma de entender la vida es, en cierto modo, errónea. No porque no podamos entrenar nuestra mente y cambiar, persiguiendo nuestros sueños, sino por centrarse, con demasiada intensidad, en lo que nos falta y en lo que funciona mal. Creo que es conveniente analizar lo que queremos mejorar, pero sobre la base de algo fundamental que es “valorar lo que tenemos”. Es decir, sacar un poco de positividad sobre nuestra realidad, para después lanzarnos o no, a conseguir más.

Siendo la frustración, la distancia entre las expectativas y la realidad, podemos situarnos entre estos dos polos con un agarre sólido a la parte positiva de la realidad que vivimos, porque si no, corremos el riesgo de perseguir continuamente la mejora sin descanso. Escuché una vez decir que la vida es como ir en bicicleta sin poder sacar los pies de los pedales: si te paras, te caes. Lo considero, ciertamente estresante. ¿Podemos ir en bicicleta y parar, de vez en cuando, a descansar y disfrutar del paisaje? Creo que sí.

Entonces, mi recomendación es perseguir sueños con constancia, esfuerzo y realidad, pero partiendo de la valoración positiva de lo que ya tenemos y con una base muy sólida en el presente. Por eso, considero muy importante compaginar una actitud que valore mucho el presente y activar el radar positivo para encontrar el lado bueno de la vida.