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LA "MILI" ESA GRAN INCOMPRENDIDA

Veo este titular en latribunaeconomica.com: “La “mili” podría volver a España. [Encuesta] ¿Está de acuerdo?”.


Algunas cosas que dice son las siguientes: "Una de las propuestas que se están escuchando últimamente por agrupaciones políticas sin representación parlamentaria es la posibilidad de que en España volviera el servicio militar obligatorio para jóvenes mayores de 18 años que ni estudien ni trabajen, conocidos popularmente como “ninis”. Se argumenta que esta medida serviría para reducir la tasa de desempleo juvenil y crear una cultura más saludable en este segmento de la población."


En principio no me parece una medida sensata, tal y como está planteada. Es decir, no creo que el servicio militar deba estar ligado a no trabajar, ni estudiar. No obstante, es una propuesta y me gusta difundir información en Facebook, así que la publico. Rápidamente, una buena amiga comenta: “No conozco a nadie que hiciera la mili, y hablé bien de su experiencia...quizás xq era obligatorio...” Su comentario puede estar basado en lo que han podido decir algunas personas que lo pasaron mal o les perjudicó, de alguna forma. Esta parte de la “mili” es real, pero no podemos olvidar la esencia de lo que fue el servicio militar y lo que representó para las personas y para la nación.


Por eso mi respuesta fue la siguiente: “Yo, sin embargo, conozco a muchos hombres que la hicieron y la recuerdan con nostalgia y cariño. Supieron ver su lado bueno. Suelen ser personas positivas con buena capacidad de adaptación y con un gran amor a España. Incluso conozco muchas mujeres que les hubiera gustado hacerla y no las dejaron. ¡Una pena!”

La mayoría de las personas que conozco que hicieron la “mili” conmigo y con mis compañeros militares de carrera se despedían emocionados por haber compartido una parte de su vida con nosotros en una institución que les valoraba y les necesitaba. Algunos de ellos todavía conservan buen recuerdo y han contactado conmigo a través de Facebook para compartir amistad. Orgullosos, dicen, de haber pertenecido al Escuadrón de Carros II, por ejemplo.


Hablando con unos compañeros psicólogos militares en una comida, surgió el mismo tema y llegamos a la conclusión de que la “mili”, actualizando sus condiciones, podría servir para mejorar el desarrollo personal y social de nuestros jóvenes, además de fortalecer a nuestra nación para defendernos de la amenaza terrorista y para poder actuar con más eficacia en las misiones internacionales que llevan a cabo nuestras Fuerzas Armadas.


Y es que la “mili” es una forma de fomentar algunos valores humanistas que actualmente están en decadencia, sustituidos por valores excesivamente materialistas y competitivos.

Para empezar en la “mili” todas las personas son importantes. La preocupación del mando militar llega hasta el último soldado. Dónde está, ha comido bien, ha podido descansar, ha ido al médico, tiene su equipo en condiciones, etc. El Ejército necesita a todo su personal. No hace falta que seas bueno. Llegas, te aceptamos en el equipo, y después te preparamos y te entrenamos para que puedas cumplir tu cometido. ¡Nunca te dejamos solo!


En la “mili” hay muchas obligaciones pero también muchos derechos que nadie se salta. Hay compañerismo, sentido del deber, disciplina, honor, abnegación, generosidad,…, y tantas virtudes que forman el Espíritu Militar.


Los militares tienen un sentido prosocial impresionante que llama la atención en esta sociedad, aunque los que más hablan, muchas veces no lo saben valorar. Hace poco tuve que escuchar a una persona de mi familia que les decía a mis hijos que no le gustaba ninguna profesión en la que se manejaran armas. Esta persona trabaja en un centro de acogida de refugiados y tiene una conciencia muy solidaria. Tuve que intervenir y decirles a mis hijos: “Preguntadle, quién rescata en el mar a los refugiados que ella atiende. Preguntadle, si se jugaría la vida como hacen nuestros guardias civiles y marineros de la Armada para salvar a esa pobre gente de morir en el mar” El silencio fue su respuesta.



¡Basta ya de tanto tópico! Las Fuerzas armadas son la institución más valorada y será por algo. La gente se queja de la “mili” y se queja de todo. Pero cuando hay que dar la cara y arriesgar la vida por los demás, ahí están los militares. Me siento orgulloso de haber sido militar. Le debo muchas cosas buenas al Ejército. Y me gustaría que muchas personas pudieran disfrutar de lo que yo he conseguido en las Fuerzas Armadas a nivel personal y profesional. Y una forma de conseguirlo podría ser con la recuperación del servicio militar. ¿Por qué no? Eso sí, actualizando sus condiciones. Por ejemplo, voluntario, pagado, para misiones de paz, de tiempo limitado renovable y con incentivos para la reincorporación posterior en organizaciones públicas y privadas.

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